Indignación con los indignados aunque esté de acuerdo con muchos puntos

La proliferación de los indignados poco antes de las elecciones del 22 de mayo provocó un desconcierto en toda España. Muchos esperaban que fuera una ruptura del bi-partidismo PP-PSOE, o PSOE-PP, que no se me enfade nadie.

Pero no. Lo cierto es que el electorado apenas reaccionó ante este fenómeno que dio la vuelta al mundo pero que no tuvo tanta repercusión como inicialmente se pensaba.

Tengo que decir que en muchas cosas estoy de acuerdo. Bueno, mas que muchas en algunas, que la verdad aún no se muy bien cual es el fin de verdad. A veces me llenan de dudas. Otras les aplaudo pero en lo que reclaman, no en las formas.

A ver, para ser indignado no creo que haya que ir mal vestido, sucio, despeinado, y hablar mal de todo lo establecido.

Estoy de acuerdo con que la culpa de la crisis la tiene los políticos y los bancos. Que habría que cambiar la Ley de los embargos y que cuando un banco te quita el piso por no pagar debería de quedarse saldada la deuda. Que los cuervos que han ganado tanto dinero con permiso del Gobierno y de los jueces lo devolvieran. Porque dinero hay el mismo, lo que pasa es que se ha permitido a unos cuantos amasar mucho y ahora no lo ruedan. Esperemos que a partir del 20-N lo hagan.

También estoy de acuerdo con que la democracia como está ahora establecida no es de lejos lo que nos gustaría a muchos: listas cerradas, disciplina de partido. Si, porque si uno no está de acuerdo con algo que ha propuesto su partido debe de votarlo. Si eso es democracia que venda Dios y lo vea.

Alguna otra cosa también estoy de acuerdo.

Pero no me gustan las formas. Hay unas leyes y una normativas. Si se quiere protestar se debería de respetar lo establecido. Eso lo primero. No puedes ponerte a protestar acampando ilegalmente donde te dé la gana sin permiso, atando cuerdas donde quieras con una anarquía total.

No puedes ponerte a insultar y a escupir a la Policía por realizar su trabajo cuando ellos son, al fin y al cabo, unos trabajadores que tienen unos mandos que tienen que obedecer. Si quieres insulta a los que promueven ciertas leyes. Pero no a los policías.

Si los indignados tomáis en cuenta estas cositas a lo mejor empezáis a ganar simpatías. Pero si permitís que se sumen indigentes y se camuflen grupos anti-sistema no tendréis el apoyo necesario para, de verdad, tener en cuenta vuestras reivindicaciones. Si os dais cuenta, no todos están de acuerdo con vuestras formas.

Es una opinión muy personal mia pero si miráis a vuestro alrededor veréis como coincide con la de muchos ciudadanos.

¿Sabéis por qué os digo esto?

Porque ya es hora de cambiar la política en España. No puede ser que cuando gobierna uno lo que el otro propone es todo malo y domina los medios de comunicación públicos, y cuando lo hace el otro también hagan lo mismo y encima luego generen el odio entre los ciudadanos que piensan de una forma u otra y luego ellos se vayan de juerga con nuestro dinero riéndose de nosotros.

Que intenten tapar sus propias corruptelas y luego hagan de las del otro un drama nacional cuando todos tenéis que callar.

Vosotros, los indignados, habíais despertado alguna conciencia. Pero no, no lleváis un camino acertado.

El fondo si, pero la forma…. va a ser que no.

Y el fin no justifica los medios.