Punto de vista de la economía.

He leído en algún sitio que alguien decía que para muchos este año iba a ser el año de las manifestaciones del 15-M pero que para esta persona había sido el año del terremoto que asoló su casa en Lorca y le dejó sin nada. Absolutamente nada.

Cierto es que cada uno ve la película según le vá. Pero leyendo lo que le Papa ha dicho de la economía, pienso que las verdaderas medidas para superar la crisis no se atreven a tomar desde ningún poder. Y es precisamente el poder del dinero el que, bajo mi punto de vista, impide la reactivación de la economía. Es decir, que se auto fagocita.

Esta es mi visión:

La crisis se genera en tiempos de grandeza de la construcción en gran medida entre otros temas. El dinero estar está. Pero muy mal repartido. Y los que lo tienen no quieren desprenderse de él.

Yo me pregunto (y a lo mejor lo hago porque no soy de ese grupo) que pasaría si el gobierno tuviera narices (igual me da que fuera este o el siguiente visto como están las cosas) de sacar un decreto por el cual durante los últimos 12 años todos aquellos que han ganado dinero con la especulación inmobiliaria devolvieran el 50% de sus beneficios a las arcas del estado.

Hubo gente que, escritura en mano, compró un bien por 10 millones y al cabo de 2 años lo vendió por 30. Hubo constructores que compraron sus propios pisos en venta para especular. De hecho de todos es conocido que en fincas nuevas se veían carteles de se vende cuando casi no estaban ni acabadas.

Hubo gente que adquirió bienes inmuebles por una cantidad muy inferior al costo debido a las subastas por esa ley de los bancos tan absurda de que te dan una hipoteca de 20 millones, pero si no los pagas te quitan el piso y encima tienes que pagar la diferencia de lo que te queda pendiente después de la subasta. Si te quitan el piso por no pagar la hipoteca, lo normal es que se quedará la deuda liquidada, y sacarlos a subasta por el dinero pendiente. Eso ha destrozado muchas familias. Pero a los “cuervos” que se han enriquecido de forma legal pero con muy poca ética (no siempre las leyes son éticas) debería de devolver también dinero a las arcas del estado para que crease riqueza.

Yo siempre defiendo que los sindicatos no debería de meterse en muchos asuntos de empresas. Pero si que estoy de acuerdo con que las empresas no debería de ser máquinas de hacer supermillonarios.

Vuelvo a uno de los mensajes del Papa:  "La economía no puede referirse a sí misma, sino que el hombre debe estar en el centro de la economía, que no representa sólo el beneficio sino la solidaridad"

Si las empresas que claramente tiene beneficios y sus directivos altísimos sueldos fueran mas solidarias y repartiesen mejor el dinero también sería una contribución. Recientemente hemos visto cuantísimo dinero se llevan los directivos de bancos o empresas como Movistar, etc. y nadie se escandaliza.

Luego, si la Iglesia contribuyera también al reparto de sus riquezas en cierta medida, sería otro punto a su favor en estos momentos donde, para llenar los actos de Madrid, ha habido que recurrir a jóvenes de todo el mundo. Esto me recuerda a las manifestaciones catalanistas en Valencia, que para hacer bulto, viene autobuses de grupos de todos los rincones de Cataluña y algunos de Valencia provincia en localidades claramente simpatizantes con la causa norteña.

Podría seguir, pero las medidas que se tomaran se toparían con una confrontación de todos aquellos que “como tienen el dinero, tienen el poder”.

Desde pequeño nos enseñan a ser algo en la vida a base de ser “los mejores” y de “ser los primeros”. Cuando nos debería de enseñar valores humanos que hoy en día están a la baja cuando no denostados.

Si el dinero que estos enriquecidos se devolviera al estado la crisis estaría mucho mas cerca de diluirse. Pero lo mas popular es tomar medidas como las está tomando el Gobiernos actual: mal y a destiempo.

Poca solidaridad y mucho egoísmo. Hasta que la balanza de estos dos valores no se iguale no empezaremos a ver la luz.

Espero que sea pronto. Aunque tal y como está la cosa lo veo una utopía. ¿Verdad?